La nueva inquisición derechista. Plan develado


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Propósito del documento: exponer, paso a paso, el plan de recuperación del poder por parte de sectores de la oligarquía y la extrema derecha en Colombia —tácticas, actores, calendarios posibles, instrumentos institucionales y extracurriculares— con evidencias públicas y ejemplos recientes que muestran cómo esas tácticas ya se han venido ensayando. Este texto NO propone acciones ilegales; su intención es descriptiva y preventiva: identificar vulnerabilidades y evidenciar la estructura lógica del plan para poder contrastarlo, documentarlo y defender la democracia.

M19 Palacio de Justicia y verdad histórica.

 

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Informe — Análisis histórico-crítico desde una perspectiva libertaria y alternativa sobre el M-19, la violencia de Estado y la memoria política



El espectáculo del autoritarismo: señales de la nueva derecha en Colombia

 

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El espectáculo del autoritarismo: señales de la nueva derecha en Colombia



El evento habría costado $300.000 por persona? de donde salió el dinero? ¿lo reportara?

El acto multitudinario de Abelardo de la Espriella en el Movistar Arena no fue solo un lanzamiento de candidatura ni una muestra de ambición personal; fue la puesta en escena en Colombia del guion internacional de la nueva derecha radical. Detrás de los cantantes, el fervor religioso y el despliegue mediático, se reprodujo punto por punto el patrón descrito por los estudios sobre el “Authoritarian Playbook”, la guía táctica que ha sido aplicada por líderes como Donald Trump en Estados Unidos, Nayib Bukele en El Salvador y Javier Milei en Argentina.

El mensaje central no es nuevo: nacionalismo emocional, religiosidad política y discurso del orden frente al caos. Pero su fuerza radica en la forma: la transformación del mitin en espectáculo, el uso de símbolos patrióticos militarizados, y la escenificación de una supuesta unidad del “pueblo decente” contra las élites, los políticos y los críticos.
Es una fórmula emocionalmente efectiva, diseñada para sustituir el debate por la identidad y la reflexión por el aplauso.

1. El lenguaje del nuevo autoritarismo

De la Espriella replicó el tono de los caudillos contemporáneos: un lenguaje agresivo, redentor y moralista.
Al igual que Bukele, promete “orden” frente a la “corrupción y la anarquía”; como Trump, se presenta como un outsider asediado por las élites; y como Milei, convierte la rabia social en energía política canalizada contra todo lo institucional.
Esta estrategia busca polarizar deliberadamente: dividir a la sociedad entre “los patriotas” y “los enemigos de la patria”.
Es la misma arquitectura discursiva que ha permitido a la ultraderecha internacional consolidar poder erosionando normas democráticas desde dentro.

2. La religión como dispositivo político

La presencia de pastores, oraciones y referencias morales no fue casual.
Forma parte de la alianza entre religión y política autoritaria, que transforma a los feligreses en votantes obedientes y convierte la fe en herramienta de control social.
Bukele y Bolsonaro ya demostraron la potencia de esa alianza: la cruz se convierte en estandarte electoral y la obediencia espiritual en fidelidad partidista.
Colombia, país profundamente creyente, ofrece terreno fértil para que esa manipulación moral se vuelva estructura electoral.

3. El espectáculo como simulacro de legitimidad

El lleno del Movistar Arena opera como prueba visual de fuerza y verdad.
El espectáculo sustituye a la militancia, y el marketing reemplaza la construcción de base.
En el “Authoritarian Playbook”, esto es esencial: mostrar popularidad para crear percepción de inevitabilidad.
Así lo hizo Trump con sus mítines televisados; Bukele con sus transmisiones masivas; y Milei con sus shows mediáticos.
De la Espriella sigue esa misma lógica: la política se convierte en reality, y la adhesión emocional en contrato de fe.

4. El mensaje oculto: disciplinar a la sociedad

Bajo la retórica de la “defensa de la patria” se esconde la intención de disciplinar la disidencia.
Cuando se señala a críticos, periodistas o movimientos sociales como “traidores”, se prepara el terreno para la persecución política y el silencio social.
Este es el paso siguiente en el ciclo autoritario: primero la seducción emocional, luego la exclusión institucional.
El aplauso hoy es la antesala de la censura mañana.

5. Implicaciones y alerta para la izquierda

La izquierda colombiana no puede seguir observando estos fenómenos como simples excentricidades o shows vacíos.
En realidad, son laboratorios de movilización emocional y plataformas de reorganización cultural de la derecha.
Mientras la derecha construye identidad y espectáculo, buena parte de la izquierda se ha quedado en consignas, debates internos y figuras congeladas.
No basta con tener razón moral; hay que reconstruir emoción, relato y presencia pública.

Si la izquierda no moderniza su imagen, lenguaje y modos de comunicar, quedará confinada al papel de oposición moral en un país emocionalmente conquistado por el autoritarismo cool.
Necesita nuevas estéticas, nuevos símbolos, y una pedagogía política que conecte con la vida cotidiana, no con los manuales.
Debe entender que el futuro de la democracia se disputa también en el escenario del espectáculo y la comunicación emocional, no solo en el Congreso o en los tribunales.

6. Colombia frente a la ola autoritaria

El evento del Movistar Arena es un síntoma: Colombia ha entrado en la misma corriente que hoy atraviesa Occidente.
El populismo de derecha global ya no usa uniformes ni proclamas dictatoriales; usa influencers, cámaras 4K y artistas populares.
El objetivo sigue siendo el mismo: erosionar la democracia desde el entusiasmo, convencer a las mayorías de que solo un líder fuerte puede salvarlas de la incertidumbre.
Si no se reconocen estas señales ahora, cuando aún se disfrazan de espectáculo, más adelante será tarde.


Conclusión

El mitin de De la Espriella no es un hecho aislado: es el ensayo local de una estrategia internacional.
Lo que se vio en el Movistar Arena es el primer acto visible de un proyecto autoritario que busca legitimarse mediante el show y la emoción.
Frente a ello, la izquierda tiene dos opciones: seguir discutiendo entre sí, o reconstruir un proyecto político y comunicacional capaz de hablarle a las emociones, defender la democracia y reencantar al pueblo.
Porque la nueva ultraderecha no se impone por sus ideas, sino por su capacidad de seducir, movilizar y atemorizar.
Y la única forma de detenerla es entenderla, desenmascararla y superarla.

El Movistar Arena fue más que un evento: fue una advertencia. La derecha radical ha comprendido que el poder se conquista en la mente y el corazón de las masas antes que en las urnas.
Si la izquierda no responde con una estrategia cultural, emocional y comunicacional del mismo calibre —pero con ética, inteligencia y belleza—, la historia podría repetirse, y Colombia podría ser el próximo laboratorio del autoritarismo populista.

La Revolución Ciudadana no debe ser un lamento: debe ser una fiesta consciente, una pedagogía de la alegría y una defensa creativa de la democracia.


Epilogo:

Epílogo: Revolución Ciudadana Alegre, Masiva y Creativa

Colombia necesita una Revolución Ciudadana con alegría, arte y convicción popular. No basta con resistir: hay que encantar, emocionar y organizar.
Esta revolución no debe imitar el espectáculo de la derecha, sino superarlo con profundidad humana, inteligencia colectiva y creatividad social.

Algunas claves para Iván Cepeda, Colombia Humana y el Pacto Histórico:

  1. Pasar del discurso moral al discurso vital. Hablar de esperanza, vida cotidiana, felicidad, orgullo nacional y justicia concreta.

  2. Ocupar los lenguajes de la cultura popular. La música, el humor y el arte deben ser armas de conciencia, no adornos de campaña.

  3. Construir comunidad digital con verdad emocional. No basta informar: hay que conmover con verdad, ternura y coraje.

  4. Activar la calle con propósito. Que cada evento de la izquierda sea una fiesta política con contenido, creatividad y pedagogía.

  5. Formar líderes que comuniquen como poetas y actúen como organizadores. Que el discurso vuelva a tener pegante emocional y rigor político.

  6. Detectar y exponer los laboratorios de manipulación fascista. No solo denunciar, sino educar a la gente para reconocer sus técnicas.


https://revolucionciudadanaco.blogspot.com/2025/10/authoritarian-playbook-de-derecha-como.html